TITULARES

Stmo. Cristo de la Humildad y Paciencia

Perteneciente del antiguo convento Franciscano de San Sebastián., se trata de una obra  atribuida al escultor Benito de Hita y Castillo (1714-1784), una de las personalidades más destacada de la plástica barroca hispalense del siglo XVIII.

No ha sido hasta diciembre del 2017 cuando se ha dado certeza de dicha atribución, pues hasta entonces se consideraba una obra anónima del siglo XVIII, afirmando dicha autoría, gracias al estudio del  historiador José Roda Peña.

http://institucional.us.es/revistas/arte/29/27-Jose%20Roda%20Pena.pdf

  • Descripción:
 
Se representa en esta escultura a Jesús que, una vez llegado al Gólgota, y tras haber sido despojado de su túnica, espera pacientemente el momento de ser crucificado, mostrándose prácticamente desnudo, pues solo sus caderas quedan envueltas por un amplio paño de pureza, surcado por un abanico de amplios y profundos pliegues. Sentado sobre un sillar cuadrangular de apariencia marmorizada –de gran variedad cromática, con una base de panes de oro en determinadas zonas–, reclina su cabeza en la palma de la mano izquierda con gesto apesadumbrado, apoyando el codo sobre el muslo, mientras que la derecha se deja caer de manera laxa, reposando el antebrazo en la pierna correspondiente. Al encorvar el torso, las vértebras de su columna quedan nítidamente señaladasen la espalda. Puede decirse que su complexión anatómica es fuerte, pero no excesivamente musculada. La policromía de la imagen, que por fortuna es la original, nos muestra a base de veladuras rojizas, violáceas y verdes una amplia y naturalista cartografía de magulladuras, contusiones y huellas de latigazos de las que se desprenden finos regueros de sangre, con especial prolijidad en la espalda, mientras que la visión frontal de la efigie queda bastante más limpia de heridas. Los pies descansan sobre una superficie pedregosa, elevándose el izquierdo sobre un pequeño promontorio de rocas, un recurso que contribuye a dinamizar la composición de la figura, al crear entre ambas extremidades inferiores dos diagonales paralelas y a distinta altura. Es este, por consiguiente, un momento de reflexión y de oración íntima protagonizado por Cristo en el Calvario, logrando conmover al espectador con la resignada y compungida expresión de su rostro. 


La bóveda craneal se presenta completamente lisa, pues desde su origen se concibió para lucir una cabellera de pelo natural –todo un signo de identidad barroca–, como sigue sucediendo hasta hoy, superponiéndole una corona de espinas y despuntando sobre la testa tres potencias metálicas. Otro elemento ornamental y simbólico que a veces exhibe, incluso en su anual salida procesional, es el dogal o cordón de hilo de oro que pende de su cuello y que, ajustado por un pasador, cae rodeando la muñeca derecha, al tiempo que el otro cabo desciende desde la pierna opuesta, rematándose en sendas borlas de pasamanería. 










  • Fue restaurada en dos ocasiones, ambas muy próximas en el tiempo: la primera fue llevada a cabo en 2006 por Seo Restauro (1), una empresa con sede en Lucena (Córdoba), dirigida por las licenciadas en Bellas Artes María Santamaría Román y Carmen Gallardo Pérez; la segunda, entre el 20 de septiembre de 2013 y el 2 de abril de 2014, corrió a cargo del prestigioso restaurador sevillano Enrique Gutiérrez Carrasquilla (2), devolviéndolo a su estado primitivo, recuperado en su policromía original.
                          Antes de la restauración            (1)                           (2)


  • La iconografía del Santísimo Cristo representa a Jesús, abatido profundamente, que aparece sedente sobre un risco esperando el momento de la Crucifixión; apoyando su cabeza sobre una mano izquierda, y su derecha sobre la rodilla, medita melancólicamente sobre los tormentos recibidos a lo largo de su Pasión.
Talla del Stmo. Cristo de Humildad y Paciencia (La Campana)    






Ntra. Sra. de los Dolores, Sierva del Señor

Es una obra anónima del Siglo XVIII, perteneciente a la Iglesia Parroquial de Santa María la Blanca. Se trata de una obra de las llamadas de vestir, es decir, talladas solo en cabeza y manos. Fue restaurada recientemente por Don José Pérez Conde.

Se trata de una fiel representación del extendido y devoto modelo iconográfico de Virgen Dolorosa que, a lo largo de los siglos, ha reflejado a la Madre de Dios doliente en los momentos de la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo, que se muestra con dulce rostro ante su infinito sufrimiento.

Antes de la restauración.....





Después de la restauración del 2011....






Talla de Ntra. Sra. de los Dolores, Sierva del Señor (La Campana)

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